domingo, 28 de diciembre de 2008

Holmes y la realidad (2)

Vimos recientemente la curiosa y estrecha relación entre el mundo ficticio de las aventuras de Sherlock Holmes y la realidad. Vimos como, por una parte, muchos lectores creyeron Holmes era un personaje real gracias a ciertos artificios literarios y, por otra parte, como algunas personas con tanto humor como amor por el personaje, se dedicaron a hacer estudios sobre él partiendo de la premisa de que las narraciones del Canon eran rigurosamente históricas; estudios que se dedicaban, fundamentalmente, a subsanar los errores e incongruencias que se encuentran en los relatos y a hacerlos encajar internamente y con la realidad. Hoy vamos a dar algunos ejemplos de ambas actitudes:

Without a clue
Una inteligente vuelta de tuerca al problema: en Sin pistas, Watson (Ben Kinskey) es realmente el escritor y también el genial detective; atribuye sus hazañas detectivescas a un personaje que inventa, Holmes, hasta que, por la presión del público, se ve obligado a contratar a un torpe actor que le encarne (Michael Caine). SH: ¿Qué estoy haciendo? Dr. W: Buscando huellas de pasos SH: ¡Ah! ¿He encontrado alguna? Dr. W: Aún no. SH: Avíseme cuando lo haga.

A propósito de los primeros dijimos que muchos enviaron cartas al detective, a menudo pidéndole ayuda, otros ofreciéndosela, como este apicultor que cuando se enteró de que el gran detective se retiraba al campo escribió:

10 de octubre de 1904
Querido señor:
Me entero por los diarios de la mañana que va usted a retirarse para consagrase a la apicultura. Ignoro si la presente proposición será oportuna pero, en caso de que usted la juzgue como tal, me sentiría muy honrado si mis consejos pudieran serle de utilidad.
Le dirijo esta sugerencia en reconocimiento por el placer que me han procurado sus escritos en mi juventud. Me dieron horas de felicidad, por lo que estoy seguro de que leerá usted esta lineas apreciando el sentimiento que las inspira.
Respetuosamente,
W. Herrod

Del mismo día data esta otra:

A Sir Conan Doyle, Baronet:
¿Tendría el señor Sherlock Holmes necesidad de los servicios de una mujer que se encargue de su casa de campo en Navidad? Conozco una persona que aprecia mucho la vida tranquila del campo y en particular las abejas, una mujer discreta de la vieja escuela.
Sinceramente suya,
M. Guton, c/o the Hon. P.
Cranston, Hurst Hill House, Totland Bay, Isla de Wight


En una carta del 11 de mayo de 1906 encontramos incluso a alguien que cree ser el mismísimo detective:

¿Qué dirá el mundo cuando sepa que usted, Dr. Conan Doyle, no cree en la existencia de su Sherlock Holmes?... El hecho de que yo sea el verdadero Sherlock Holmes va a conmocionar el mundo entero, no sólo América, sino también Europa.

Manual de apicultura de LangstrothColmena Langstroth
A la izquierda, una edición moderna del manual de apicultura del reverendo Langstroth de 1853, el clásico por excelencia en la materia en época de Holmes e inventor de la colmena desmontable que lleva su nombre y que hoy es usada en todo el mundo

El pionero de los estudios Sherlockianos fue Ronald Knox, de la Universidad de Oxford, donde dio una conferencia sobre el particular, que publicó a continuación con el título de «Ensayo sobre la literatura de Sherlock Holmes». En fecha tan temprana como 1911 adopta ya la postura de tomar como reales los personajes y los hechos y trata varias inconsistencias del Canon, entre ellas la ya conocida por ustedes del error de la esposa de Watson cuando le llama «James» en lugar de «John». Hay que tener en cuenta que entonces se estaban todavía publicando los relatos que forman parte de la recopilación titulada Su última reverencia y que, por tanto, quedaban aún por publicar, y seguramente por escribir, todos los que se encuentran en El archivo de Sherlock Holmes.

Ronald Knox
El problema de los estudios holmesianos y teológicos es el mismo: dar coherencia y verosimilitud a un corpus incoherente y ficticio. No es extraño pues que el pionero de aquellos fuera un sacerdote. Anglicano convertido al catolicismo, como sus amigos sherlóckfilos Chesterton (creador del Padre Brown) y William S. Baring-Gould;
autor del deuterocanónico Sherlock Holmes, de Baker Street. Knox aplica los mismos métodos en teología que en sus ensayos sherlockianos o en sus sermones; como aquel en el que justificaba desde la fe la cruzada del general Franco un año después de iniciarse la Guerra Civil.

Ronald Knox, teologíaRonald Knox, ficción
Dos obras de Ronald Knox; una recopilación de homilías sobre sus santos favoritos y una de sus novelas de detectives. Ha sido más celebrado en su faceta de teólogo y apologeta que en la de autor de ficciones detectivescas

Sin embargo, la cuestión empezó a tomar amplitud a partir de la reedición de este ensayo en 1928, ya que provocó la respuesta de Sidney Roberts, de la Universidad de Cambridge, «Nota sobre el problema de Watson» en 1929 y Dr Watson, Prolegómenos a un problema biográfico, 1931. En los años 30 aparecieron otros por diferentes autores como H. W. Bell en 1932 y Vincent Starrett en 1934, lo que provocó que en la misma década se crearan las primeras sociedades holmesianas. Este movimiento no se ha detenido, de manera que estas sociedades son hoy muy numerosas, así como los ensayos de este tipo, entre los que recordaremos el ya mencionado pero imprescindible Sherlock Holmes, de Baker Street, 1962 de William S. Baring-Gould.

Durante la primavera de 2008, apareció en varios periódicos españoles, así como en la portada de Menéame, alusiones a una encuesta británica que concluía que el 58% de los ingleses actuales creen que Holmes es un personaje histórico. Aunque personalmente he encontrado a individuos de esa opinión, tras consultar la fuente de la noticia (UKTV Gold) se advierte que no se trata de una encuesta muy seria, ya que, entre otras faltas de rigor, cae vergonzosamente en el error que pretende denunciar, por ejemplo, tomando por personajes ficticios a Dick Turpin o a Lady Godiva, cuya realidad histórica está fuera de toda duda.

Pueden leer la primera parte de este post aquí: « Holmes y la realidad (1)»

La información relativa a los ejemplos de lectores que tomaban a Holmes por un personaje real y sus cartas están tomados del libro de Pierre Nordon Todo lo que ha querido saber sobre Sherlock Holmes sin haberle conocido, 1994. La información sobre los primeros ensayos holmesianos está tomada fundamentalmente de la Wikipedia en francés.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Pelea clandestina

Quisiera llamarles la atención sobre las nuevas fotos de la película Sherlock Holmes (2009) de Guy Ritchie, ya que una de ellas está directamente relacionada con el post publicado hace pocas horas aquí, puesto que vemos a Holmes (Robert Downey Jr.) participando en una pelea clandestina. Han aparecido en Rope of Silicon y las ha traído a la blogosfera hispana Uruloki.

Artes marciales

Destacábamos recientemente dos características que los detectives televisivos actuales han heredado de Sherlock Holmes: el enfoque científico de la investigación policial y la habilidad en artes marciales. Hoy trataremos esta última, dejando los aspectos científicos para una próxima entrada. Efectivamente, Holmes era experto en diferentes deportes de combate: la primera mención la encontramos en la famosa lista que hace Watson de las habilidades y conocimientos de su nuevo compañero de piso, cuando intentaba averiguar a qué se dedicaba éste en la vida; el undécimo punto decía «Es un experto luchador de singlestick, boxeador y espadachín.» (STUD, 2). En lo relativo a las artes marciales japonesas, cuando cuenta a Watson la lucha final contra Moriarty en las cataratas de Reichenbach, le dice «tengo cierto conocimiento, sin embargo, de baritsu, o sistema japonés de lucha, que me ha sido útil en más de una ocasión» (EMPT). El interés del personaje por Asia se subraya con menciones al budismo, de las que nos ocuparemos en otra ocasión.

StudyonTerror
En las recreaciones de las habitaciones de Baker Street vemos con frecuencia guantes y trofeos de boxeo, así como cuadros de asunto pugilístico e incluso punching-balls, también espadas, floretes y otras armas, de las que nos ocuparemos en su día. En la imagen, un momento de A Study in Terror, donde se ven varias armas al fondo

No se saca, empero, mucho partido de estas habilidades en el Canon. De la pugilística nos da Holmes una muestra cuando corrige a Mr. Woodley, uno de los villanos que pretendían desposeer de su herencia a la joven señorita Violet Smith: «Hago tan poco ejercicio físico que siempre es un placer hallar la ocasión -me dijo- ya está usted al tanto de que poseo cierta competencia en el viejo y buen deporte británico del boxeo. Ocasionalmente resulta útil. Hoy, sin ir más lejos, me habría ido ignominiosamente mal sin ella.» (SOLI). En este fragmento televisivo basado en el pasaje no tenemos ocasión de ver cómo se llevan al infortunado rival de Holmes en una carreta:
El boxeo de la época era todavía muy deudor de la esgrima en el juego de las distancias y las guardias perfiladas. Tutubeado por jjpittock

Holmes_reichenbach
La ilustración clásica de Sidney Paget del incidente de Reichenbach

JLJReichenbach
En la versión ofrecida por Joyas Literarias Juveniles (número 270) desaparece la lucha ¡Simplemente Moriarty intenta empujar a Holmes a traición y éste se aparta! Dibujo de Julio Vivas

Un beneficio colateral de este hobbie holmesiano es los contactos sociales que le permite tejer. Si el boxeo se considera en la época un deporte de caballeros, no es en ese medio social donde el detective trabará amistades: por ejemplo, en sus días en la universidad no tenía muchos amigos porque, entre otras razones, «Fuera del esgrima y el boxeo, tenía pocas aficiones atléticas» (GLOR). Más bien es en el medio de los truhanes donde cultivará relaciones; los luchadores son a menudo contratados como matones, o como guardaespaldas. La experiencia en este ámbito le permite a Holmes reconocer inmediatamente a Steve Dixie (3GAB) pagado para intimidarle y se le franquea la puerta de Pondicherry Lodge gracias a conocer al portero: «[...] Sí que me conoce, Mc Murdo -exclamó Sherlock Holmes campechano- No creo que me haya olvidado ¿No recuerda al aficionado con el que luchó tres rounds en Alison's rooms la noche de su beneficio, hace tres años?-¡No! ¡Mr. Sherlock Holmes! -rugió el luchador- ¡Dios! ¡Es verdad! ¿Cómo no le he conocido? Si en lugar de quedarse ahí tan tranquilo me hubiera dado ese gancho suyo a la mandíbula le hubiera reconocido sin mediar palabra» (SIGN, 5)


En Young Sherlock Holmes tenemos ocasión de ver tres demostraciones de esgrima; aquí pueden ver dos de ellas
En Sin pistas, Holmes es un personaje ficticio inventado por Watson e interpretado, a la sazón, por un incompetente actor que se ha visto obligado a contratar. En este combate intenta estar a la altura
Hubo de apelar a su habilidad en la esgrima de bastón la noche en que le agredieron dos personas a sueldo del Baron Gruner en Regent Street. Contando el incidente a Watson le dice «Soy algo experto en singlestick, como ustede sabe. Recibí la mayor parte del ataque sobre mi guardia. Fue el segundo hombre lo que resultó demasiado para mí.» (ILLU). Aunque en esta ocasión, igual que en la mencionada lista de habilidades, se aluda al singlestick, la variedad inglesa de la lucha con bastón, para la que se usa un modelo particular especial para el combate, el hecho de que los agresores, que iban vestidos de caballeros, y el mismo Holmes, recurrieran a bastones comunes de paseo, hace pensar que el detective no era ignorante en canne de combat, el arte marcial francesa que aprovecha las posibilidades defensivas del bastón de uso cotidiano.
Bartisu
Diferentes movimientos de bartisu rodeando a su creador; tomado de la Wikipedia
El baritsu, ha sido objeto de controversia durante décadas en círculos holmesianos, ya que no existe ningún arte marcial con ese nombre. Durante años se ha identificado erróneamente con el bujutsu, el sumo o el judo, pero en los noventa del siglo último fue establecido de manera definitiva por estudios de diversos holmesianos, como Y. Hirayama, J. Hall, Richard Bowen y James Webb (cf. Wikipedia) que, en realidad, se trata del bartisu.
3GAB
Imagen del episodio de la serie de Granada que adapta «Los tres gabletes», donde Holmes visita un sala de boxeo

En la versión rusa Watson estaba muy preocupado porque sospechaba que la actividad de Holmes podría tener relación con el crimen. En el momento crítico le reta a un combate de boxeo, no sin antes haber ocultado su revolver a mano. Al final, Holmes le dice; «Efectivamente mis actividades tienen relación con el crimen; soy detective particular.» Waton se encuentra muy tonto y con insuficiente capacidad de deducción, un sentimiento al que se deberá acostumbrar: «Debí adivinarlo desde el principio» dice «¡desde la prueba de la hemoglobina!»

El bartisu es una mezcla de judo y jujutsu con elementos de sistemas de defensa europeos, como los mencionados más arriba. Fue desarrollado por Edward William Barton-Wright entre 1898 y 1902, a su regreso de Japón, donde había residido tres años y entrado en contacto con la lucha japonesa. El nombre de «bartisu» es una mezcla de jujutsu con el nombre del inventor.


La relación de Holmes con las artes marciales ha sido, por supuesto, explotada en los pastiches asiáticos. Aquí vemos una magistral demostración de violín-jutsu, procedente de la película Sherlock Holmes y la heroína china. Tutubeado por 7prcntcocaine
Luxación de hombroAbrazo mortal
Dos momentos de la versión de Granada TV. En una de ellas Holmes intenta una luxación de hombro con cierto estilo jujutsu.
Kinosuke Natsume con SH y el dr. W
En el Sherlock Holmes de Miyazaki, el detective traba amistad con el japonés, residente en Londres como estudiante, Kinosuke Natsume (episodio 19, «La piedra Rosetta») ¿es este encuentro el que aproximó al personaje a las artes marciales niponas?

El hecho de que Holmes domine esta técnica resulta sumamente innovador, tanto desde el punto de vista extrasistemático como intrasistemático. Desde el primer punto de vista debemos considerar que cuando Arthur Conan Doyle publicó el relato, en 1901, la técnica era completamente nueva y es sin duda el primer personaje de ficción europeo en conocer artes marciales de origen japonés, sus herederos, como mencionamos al principio, son multitud. Intrasistemáticamente la inovación es aún más importante, ya que la pelea entre Holmes y Moriarty se desarrolla, de acuerdo con Leslie S. Klinger, Barring-Gould y todos los más importantes cronologistas, en 1891; es decir, antes, incluso, de que el propio Barton-Wright viviera en Japón. Teniendo en cuenta que el Jujutsu y el Judo llegaron con el Maestro Yukio Tani y su hermano a Londres en 1899, seguidos por los maestros Uyenichi, Miyake, Ohno, Aida, Koizumi, y a la vez en Paris con la maestros Renie y Kawaishi, en 1905 (cf. este artículo sobre la historia de jujutsu, entre otras fuentes) podemos admitir que Sherlock Holmes fue tan innovador que, sin duda, fue el primero en practicar estos tipos de lucha en suelo europeo, para gran sorpresa de Moriarty. Esto abre nuevas incógnitas ¿cómo, dónde y con qué maestros aprendió esas técnicas?

En la película que prepara Guy Ritchie se ha declarado la intención de explotar las capacidades de Holmes como personaje de acción: esperemos un resultado estimulante. En 2004 las escenas de canne de combat que vimos en Arsène Lupin de Jean-Paul Salomé, con resabios tipo Matirx, fueron algo decepcionantes.

La letra capitular está montada sobre un sello británico de correos que conmemora la caida a la catarata de Reichenbach; encontrado aquí. Este post ha sido publicado simultaneamente en El Predicador Malvado, donde pueden encontrar otros relacionados: sobre esgrima en el cine pueden consultar éste y en este otro podrán ver la habilidad de Basil Rathbone en el noble arte de la espada.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

El borrador preliminar

Hicimos referencia, hace algún tiempo, a una teoría que sitúa la residencia de Holmes en Upper Baker Street, quizá basándose en cierto documento conservado en los archivos de Arthur Conan Doyle. Vamos a ocuparnos más detenidamente de este documento, ya que ha servido de base o de excusa para diversas teorías holmesianas: se trata de un borrador con ideas preliminares para Estudio en escarlata. El penúltimo párrafo es un esbozo de lo que serán los improperios de indignación que Watson soltará tras leer en una revista el artículo «El libro de la vida», sin saber que el autor era su coinquilino, en el segundo capítulo de la novela. En último párrafo encontramos las opiniones que emite Holmes sobre Dupin y Lecoq un poco más adelante en el mismo capítulo. Pero veamos en detalle lo que dice la primera parte del documento:
Borrador de Estudio en escarlata
Reproducción encontrada aquí























Study in scarlet

Ormod Sacker- from Soudan from Afghanistan

Lived at 221B Upper Baker Street

With

I Sherrinford Holmes

The Laws of Evidence

Reserved-

[Slee]py eyed young man - philosopher - collector of [violins]

an amati- Chemist

I have four hundred a year-

I am a Consulting detective -

Estudio en escarlata

Ormond Saker- de Sudán de
Afghanistan

vive en el 221B de Upper Baker Street

Con

Yo, Sherrinford Holmes

Las leyes de la evidencia

Reservado-

Joven de mirada somnolienta - filósofo - coleccionista de violines

un amati - químico

Gano cuatrocientas libras al año -

Soy detective cosultor-


Algunos de estos elementos han sido utilizados desde una óptica intrasistemática, como en el caso mencionado más arriba que muda a Holmes de Baker Street a Upper Baker Street. En particular, el nombre provisional del detective, Sherrinford, ha sido muy explotado en muchos pastiches y, sobre todo, se ha adjudicado a diversos antepasados y parientes del detective:
En la más influyente biografía holmesiana, la de Baring-Gould, es el apellido de soltera de su madre Violet, así como el nombre de pila del mayor de los tres hermanos Holmes. El nombre aparece también profusamente en el árbol genealógico que publica Philip Jose Farmer en Tarzan Alive y, en suma, es el nombre más frecuente en todos los intentos genealógicos del personaje junto a Siger, tomado del pseudónimo que usó durante sus años perdidos Sigerson, literalmente hijo de Siger; incluso en la parodia cinematográfica El hermano más listo de Sherlock Holmes, el hermano se llama Sigerson.

El hecho de que el nombre preliminar del doctor sea Ormond, es decir la versión inglesa de un nombre irlandés, respalda, de una extraña manera que mezcla lo intrasistemático y lo extrasistemático, la teoría de Dorthy L. Sayers (que resumimos sucintamente aquí) según la cual la H del segundo nombre de Watson hace referencia a Hamis, la versión galesa de James.

Horace Vernet
Autoretrato de Horace Vernet, antepasado de Holmes por parte de madre, según declara en «La aventura del intérprete griego». Dice que heredó de él su atención al detalle. Imagen de la Wikipedia

El amati, que sería sustituido en la versión definitiva por un stradivarius, tendrá una reminiscencia en el capítulo tercero, donde se alude a una disertación de Holmes sobre las diferencias entre los violines de estos artesanos de Cremona.

Pasando al punto de vista extrasistemático, es decir, dejando de fingir que Holmes y Watson son personajes reales, también el documento nos da elementos de reflexión:

Hemos hecho ya referencia a la particularidad de que Watson sea a un tiempo narrador y personaje; esto tiene implicaciones narratológicas profundas que tendremos ocasión de explorar en el futuro, por lo que resulta interesante constatar que este borrador indica que esa decisión fue tomada más tarde: en la idea germinal era Holmes quien narraba, como prueba que hable de sí mismo en primera persona en todo el manuscrito y, cuando presta la voz al doctor en el penúltimo párrafo, lo hace entre comillas, como una cita, mientras que cuando habla Holmes no hay comillas.

En todo caso, el documento es una semilla fecunda en el fecundo jardín de holmesianos y analistas.

La letra capitular está montada sobre una imagen de la película Basil, ratón superdetective.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Watson y Fedón

Cuando Platón se puso a escribir sus ideas filosóficas tuvo una idea muy interesante desde el punto de visto de la técnica expositiva:

En lugar de decir «Pienso que tal y que cual» (ensayo) aplicó dos trucos: por un lado atribuyó sus pensamientos a otro personaje de autoridad establecida (Sócrates) y por otro, y esto es lo que nos interesa aquí, en lugar de aplicar un estilo discursivo introdujo diferentes voces, como si de una obra teatral se tratara, que pudieran interrumpir el discurso de la voz principal. De esta manera podía anticipar las objeciones o preguntas que al lector pudieran surgirle, siendo también un hábil artificio para organizar los contenidos, haciendo que los personajes introdujeran preguntas en el momento conveniente.

(Por otra parte, a demás de esta explicación desde el punto de vista de la técnica narrativa, esto tiene una justificación doctrinal ya que, según Platón, todos los conocimientos duermen en nosotros de manera innata, enseñar es hacer las preguntas adecuadas para despertarlos; sin embargo, si se fijan ustedes, en la mayor parte de los diálogos el único que emite ideas es Sócrates y los demás se limitan a decir «En verdad no puede ser de otra forma» , «Sí ¡oh, Sócrates!», «¿Cómo podría ser de otro modo?» y cosas así).

Desde entonces esta técnica ha dado mucho de sí en narrativa. Un «amigo del prota» siempre es muy útil para que el lector (o el espectador, resulta más importante en géneros dramáticos) se entere de las intenciones del protagonista gracias a que este tiene con quien hablar; para hacer de público dentro de la acción que admire las hazañas de héroe, etc. Es muy posible que la idea le viniera a Platón del coro de las tragedias.

La muerte de Sócrates, por Jacques-Louis David

Un ejemplo magistral de este tipo de personaje pueden encontrarlo ustedes en el capítulo XXI de la primera parte del Quijote. Tras capturar el yelmo de Mambrino, Sancho propone a su amo que se ponga al servicio de un emperador; don Quijote comienza aquí un largo desbarre explicando con todo tipo de detalles lo que pasaría en ese caso. Lo que sería una bochornosa paja mental si don Quijote estuviera solo se convierte en un diálogo maravilloso gracias a que Sancho le sigue la corriente, dejándose llevar por ella y tomando el relevo explicando lo que él hará cuando sea gobernador.

Este tipo de personaje acompañante, sin el cual el héroe nunca hubiera sido lo que llegó a ser (los franceses lo llaman faire-valoir, los ingleses sidekick) tiene una realización perfecta en Watson. El doctor cumple su papel tanto desde el punto de vista técnico como en el interior de la ficción, ya que Holmes necesita el asombro de su amigo para alimentar su ego. Podemos pensar que Conan Doyle tenía conciencia del abolengo platónico de su criatura, ya que tras la supuesta muerte de Holmes en Reichenbach le hace escribir las siguientes lineas, con las que acaba el relato «El problema final», en recuerdo de su amigo:

«[...] a quien yo siempre consideraré como el mejor y más sabio de los hombres a quienes me ha sido dado conocer.»

Referencia evidente a las que dedica Fedón a Sócrates y con las que acaba el diálogo que lleva su nombre:

«[...] a un varón que, como podríamos afirmar, fue el mejor a más de ser el más sensato y justo de los hombres de su tiempo que tratamos.»

Este artículo fue publicado originalmente aquí.