martes, 29 de marzo de 2011

El baño turco

Tanto Holmes como yo teníamos debilidad por los baños trucos. Era fumando, en la placentera lasitud del laconicum, donde lo encontraba menos inaccesible y más humano que en ningún otro sitio. En el piso superior del establecimiento de Northumberland Avenue hay un rincón recoleto con dos lechos contiguos; en ellos yacíamos el 3 de septiembre de 1902, cuando mi historia comienza [...](ILLU)

(Both Holmes and I had a weakness for the Turkish bath. It was over a smoke in the pleasant lassitude of the drying-room that I have found him less reticent and more human than anywhere else. On the upper floor of the Northumberland Avenue establishment there is an isolated corner where two couches lie side by side, and it was on these that we lay upon September 3, 1902, the day when my narrative begins. [...])

La escena de la serie de Granada reproduce la sensación de envolvente topografía que sugiere el párrafo de Doyle, llevando al espectador por las diferentes estancias del hammam hasta llegar al rincón recoleto. Holmes recuerda a un buda, como se le describe en VEIL


La versión de la BBC con Douglas Wilmer resulta también interesante, con un aire más de la Roma clásica que del Oriente misterioso. En cambio, la escena es pobremente extrapolada en el Hound de 2002 (abajo) si bien permite una bonita transición de las brumas de Dartmoor a las del hammam

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Esta afición de los protagonistas se confirma en LADY, donde la lazada de los zaptatos de Watson indica claramente para una mente analítica que había ido a los baños turcos.

Habían llegado a Gran Bretaña por iniciativa de David Urquhart, escritor y diplomático escoces, miembro del parlamento. Herederos de los baños romanos y favorecidos por la corriente orientalizante en boga —que se refleja en el Canon en personajes como Thaddeus Sholto (SIGN) o el barón Gruner (ILLU)— se abrió el primero en Londres en julio de 1860, 5 Bell Street, cerca de Marble Arch y le siguieron muchos: aquí pueden ver una lista de los principales.

Cooling-room in the Nevills Baths
Arriba, el Cooling room (frigidarium) de los baños mencionados en la aventura, abajo, el plano de los mismos. Imágenes tomadas de Victorian Turkis Barths. En la segunda de ellas el autor de la página ha destacado en blanco la zona dedicada a las damas, para subrayar la poca importancia que tenía frente a la de los caballeros

Floor plans of Nevills Baths

Uno de los mejores se encontraba precisamente en Northumberland Avenue, por lo que podemos identificar sin ninguna duda los del relato como los Neville's Turkish Bath. La opinión de nuestros héroes, entendidos en la materia como dejan inferir los fragmentos canónicos citados, coincide con la de los testimonios que conservamos sobre la excelencia del lugar, puesto que preferían desplazarse hasta allí en lugar de visitar establecimientos más cercanos a su domicilio, como el de Marble Arch, el de Marylebone road, o el de la misma Baker Street, de instalaciones menos cómodas y modernas. Fueron diseñados por Mr. Robert Walker y abrieron de 1884 a 1948, con el nombre de Charing Cross Turkish Baths for Gentlemen.

Baños y <span class=
El edificio en la actualidad en una imagen de Google Stretview. La puerta de madera en la esquina redondeada era la entrada de caballeros. A la izquierda se puede ver el Sherlock Holmes Pub. La entrada de damas se situaba en la calle que separa ambos edificios, bajo unos pequeños arcos (abajo, foto del autor)
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El edificio que albergaba los baños se encuentra junto al actual Sherlock Holmes Pub y, en la calleja que los separa, Northumberland Passage (hoy Craven Passge) aún pueden verse unos arcos de herradura, vestigio de decoración arabizante.


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El grabado de Howard Elcock que ilustra la escena que comentamos en la edición original en la revista Strand de ILLU.

Como los clubes, los baños turcos eran un lugar de encuentro masculino —naturalmente, la sección femenina estaba completamente aislada—. Un aspecto que no hay que olvidar es su asociación a las fantasías homoeróticas: tanto por la desnudez de los cuerpos, como por las ideas vinculadas al doble origen de la costumbre, griego y árabe. Si el gusto helénico por la pederastia era conocido por las clases cultas, familiarizadas con los textos antiguos, la mayor tolerancia con las prácticas homosexuales en los países árabes formaba también parte de su imaginario. Las colonias, lejos de la asfixiante moral victoriana de la metrópoli, jugaban como válvula de escape. El controvertido texto del explorador y erudito Richard Bruton «La zona sotádica», que publicó como epílogo de su traducción de las Mil y una noches, desarrolla la teoría de que en una franja de países cálidos la homosexualidad está aceptada en las costumbres. Sobre todo ello volveremos con más detalle cuando estudiemos la sexualidad en Sherlock holmes y, en particular, las interpretaciones homosexuales.

Barral y Veys 3
Imagen de contraportada del tercer álbum de Baker Steet, de Barral y Beys

Además de las fuentes enlazadas, también puede ser de interés la lectura de «The Turkish bath : its design and construction; with chapters on the adaptation of the bath to the private house, the institution, and the training stable», cuyo texto completo en inglés se encuentra en Internet Archive. Si quieren difrutar de un baño turco victoriano, parece que todavía es posible.

1 comentario:

Evil Preacher dijo...

Por fin publicamos el artículo que estaba anunciado en la columna derecha como «Neville's Turkish Bath», pero con un título más sencillo.